Tener vértigo, esa sensación de dar vueltas, aturdimiento o una marcha inestable es muy incómodo y puede ser muy aterrador para quien lo padece. Este desequilibrio a medida que evoluciona negativamente puede dar origen al mareo crónico que suele manifestarse como una sensación de inseguridad al caminar, aturdimiento o sensación de borrachera al moverse. De cualquier forma estos problemas de equilibrio afectan el día a día. Pero, cuál es el porqué de esa evolución, porque el vértigo se transforma en mareo, descúbrelo a continuación:
Evolución del vértigo y el mareo ¿esto por qué ocurre?
Muchísimas veces los problemas de equilibrio empezaron con un vértigo paroxístico primario, o sea, un vértigo repentino y muy invalidante, en donde el paciente que lo padece indica que todo le da vueltas alrededor, hasta el punto en que no puede ni levantarte de la cama, otros pacientes refieren sentir como si estuvieran cayendo o volando. Muchas veces este problema evoluciona hacia la cronicidad, donde el síntoma que predomina es la inestabilidad, el desequilibrio, sensación de tontera y desorden mental.
Porqué ocurre esta evolución… pasa en otras patologías, por ejemplo, una persona que padece de una infección de orina recordará que la primera seguramente evolucionó con muchos síntomas, con fiebre, con sangrado; si las causas que originaron este problema fueron puntuales, casuales o vamos a decir momentáneas, el problema se soluciona con ayuda o sin ayuda, con medicamentos o sin ellos, pero se soluciona y no vuelve. Pero cuando este problema vuelve, vuelve de manera más suave, pero con tendencia a quedarse, es decir, encaminado a la cronicidad, cuando vuelve es que hay causas que no se han solucionado y que siguen provocando la alteración en nuestro organismo.
Porque en el caso del desequilibrio esta evolución de lo agudo con vértigo a lo crónico, es decir, a la inestabilidad - mareo, la respuesta va a estar en la anatomía de nuestro sistema vascular a nivel craneal.
Anatomía del sistema vascular ¿cómo se relaciona con los vértigos y mareos?
En la columna cervical hay dos arterias que van por el interior de las vértebras cervicales y entran por la base del cráneo junto con las arterias carótidas, para llevar riego sanguíneo al cerebro y a otros órganos contenidos en el cráneo. Esto a través de un conglomerado entramado de arterias conocido como polígono de Willis. De ese entramado de arterias, salen otras ramificaciones arteriales que brindan alimentación a todas las estructuras contenidas en el cráneo; las que tienen que ver con el equilibrio (aparte de las que se encuentran en los pies) son:
- Los ojos (visión) que juntos con los otros órganos no permiten mantener la coordinación y el equilibrio en nuestros movimientos.
- El cerebelo, un órgano pequeño que se encuentra en la parte posterior de la nuca, encargado principalmente del equilibrio.
- Y el oído interno (órgano o sistema vestibular) cuyo sistema se compara metafóricamente con un nivel de burbuja del albañil, sí, ya que al igual que este, el mismo cuenta con una serie de líquidos que mandan información a través del nervio acústico de forma constante al cerebro, lo que nos ayuda a orientarnos en el espacio. El sistema vestibular ubicado en el oído interno consiste en canales y cavidades semicirculares anulares que contienen pequeños pelos y un líquido (linfa). Cuando el paciente inclina la cabeza hacia un lado, el líquido se desplaza, los pelos se doblan, registran el movimiento y transmiten la señal al cerebro a través de los nervios. Para evaluar la información, el cerebro también consulta lo que perciben los ojos a través de la vista, si las señales del ojo y del oído interno no coinciden, el paciente se marea y esto provoca una pérdida del equilibrio.
De todas esas arterias del polígono de Willis, tres arterias llevan sangre al cerebelo: la arteria cerebelosa póstero-inferior, la arteria cerebelosa ántero-inferior y la arteria cerebelosa superior; y otra arteria (la arteria laberíntica) al oído interno, estas son las estructuras anatómicas encargadas del manejo de la coordinación y el equilibrio.
Si por cualquier motivo una parte de las arterias que llevan sangre a estas estructuras se bloquea, el cuerpo es tan inteligente que usa una segunda arteria principal para suplirla, aunque sangre en realidad no va a faltar, pero hay un déficit de aporte sanguíneo por lo que es posible que haya una ligera alteración de la presión sanguínea en el entramado vascular que irriga las estructuras encargada de la coordinación y el equilibrio, por lo tanto, también el aporte sanguíneo hacia el cerebelo y hacia el oído interno se vea disminuido. Por ello se desarrollarán consecuencias, es como si el aporte de gasolina de un vehículo se dificulte por la presencia de un taponamiento en el sistema, tal vez el motor funcione con la cantidad de gasolina recibida (a pesar que no sea la que necesita), pero va a ir a trompicones con su capacidad disminuida, pues esto es más o menos lo que ocurre con una reducción de riego sanguíneo.
Por algún motivo, esa pérdida de presión sanguínea o pobre aporte sanguíneo sutil la padece primero el oído y luego se ve afectado el cerebelo. Cuando el problema vascular persiste el oído interno se adapta a esa pérdida de sangre y empieza a padecer el cerebelo. Cuando al cerebelo le falta aporte sanguíneo, dado que se ocupa de procesar los cambios de posición del cuerpo en el espacio, el paciente afectado presenta una sensación de borrachera o inestabilidad que le impide calcular bien las distancias e incluso esto afecta su claridad mental.
De una forma padece primero el oído por ello se refleja en una fase muy aguda de vértigo, y una vez evoluciona de manera negativa se ve afectado el cerebelo conllevando al mareo. Pero ambas estructuras tanto el cerebelo como el oído interno tienen un aporte sanguíneo común, que son las arterias vertebrales a nivel cervical, y en parte también las carótidas, pero fundamentalmente las que parte en la columna cervical. Aquellos problemas que generen compresión de los espacios por donde transcurren estas arterias vertebrales a nivel cervical puede provocar en primera instancia un vértigo y en segundo lugar un mareo.
Descubre que puede ocurrir en la columna vertebral cervical para que se desarrollen estas consecuencias de pobre aporte de riego sanguíneo, parte muy importante que nos concierne a todos los fisioterapeutas que tratamos de solucionar eficazmente problemas de vértigos y mareos.