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¿El ayuno prolongado provoca pérdida de masa muscular? La verdad detrás del mito

El ayuno prolongado ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus beneficios para la salud, como la mejora en la sensibilidad a la insulina, la reducción de la inflamación y la activación de la autofagia. Sin embargo, uno de los mayores temores que rodean esta práctica es la supuesta pérdida de masa muscular.

Muchas personas creen que, al dejar de comer durante un período prolongado, el cuerpo comenzará a descomponer el músculo para obtener energía. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto? En este artículo, desmontaremos este mito y explicaremos cómo el ayuno prolongado realmente afecta a la masa muscular.

El mito: "Si ayuno, perderé músculo rápidamente"

La creencia de que el cuerpo destruye músculo de inmediato durante el ayuno proviene de una interpretación errónea del metabolismo humano. Es cierto que el organismo necesita energía para funcionar, pero esto no significa que recurra automáticamente al músculo como fuente principal de combustible.

El miedo a la pérdida muscular ha sido alimentado por la idea de que, si no se consumen proteínas cada pocas horas, el cuerpo entrará en un estado catabólico (descomposición muscular). Sin embargo, esto no es completamente cierto, y de hecho, el cuerpo está diseñado para preservar la masa muscular durante períodos de ayuno.

La realidad: el cuerpo prioriza la quema de grasa, no de músculo

Cuando dejamos de ingerir alimentos, el cuerpo entra en un estado metabólico en el que utiliza primero las reservas de glucógeno (almacenadas en el hígado y los músculos) y luego pasa a quemar grasa como principal fuente de energía.

El proceso ocurre en varias etapas:

  • Primera fase (0-12 horas): Se consumen los carbohidratos disponibles en la sangre y el hígado.

  • Segunda fase (12-24 horas): Se agotan las reservas de glucógeno y comienza la transición hacia la quema de grasa.
  • Tercera fase (24-72 horas): Se activa la cetosis, en la que el cuerpo convierte la grasa almacenada en cuerpos cetónicos para usarlos como energía.

Durante este proceso, el cuerpo protege el músculo gracias a dos mecanismos clave:

1. Aumento de la hormona del crecimiento

El ayuno prolongado incrementa la producción de la hormona del crecimiento (HGH), que ayuda a conservar la masa muscular y promueve la reparación celular. Se ha demostrado que en ayunos de hasta 48 horas, la HGH puede aumentar hasta en un 300-500%, lo que favorece la preservación del músculo.

2. Uso eficiente de cuerpos cetónicos

A medida que el ayuno progresa, el cuerpo aprende a utilizar los cuerpos cetónicos derivados de la grasa como fuente principal de energía. Esto significa que el músculo no se descompone innecesariamente para obtener glucosa, ya que los cuerpos cetónicos pueden suministrar hasta un 70% de la energía que el cerebro necesita.

¿Cuándo podría haber pérdida de músculo?

La pérdida muscular significativa solo ocurre en ciertos escenarios específicos:

  • Ayunos excesivamente prolongados (más de 7-10 días sin reservas de grasa suficientes).
  • Déficit calórico extremo y sostenido en el tiempo sin ejercicio de resistencia.
  • Falta de recuperación de nutrientes en los períodos de alimentación.

En otras palabras, mientras el ayuno se realice de forma adecuada y con una alimentación equilibrada en los períodos de ingesta, la masa muscular se mantiene intacta o incluso puede fortalecerse si se combina con entrenamiento de fuerza.

¿Cómo preservar la masa muscular durante el ayuno prolongado?

Si bien el ayuno no destruye el músculo por sí solo, hay algunas estrategias que pueden ayudarte a optimizar sus beneficios sin comprometer tu composición corporal:

Ejercicio de resistencia entre ayunos: El entrenamiento con pesas o calistenia ayuda a estimular la síntesis de proteínas musculares y evita la atrofia muscular.

Adecuada nutrición en los períodos de alimentación: Asegúrate de consumir suficiente proteína y grasas saludables al romper el ayuno.

Evitar ayunos excesivamente largos sin reservas de grasa: Si tienes poca grasa corporal, ayunos prolongados pueden ser menos beneficiosos para la preservación muscular.

Conclusión: el ayuno prolongado no destruye el músculo

A pesar del miedo generalizado, el ayuno prolongado no provoca una pérdida muscular significativa en la mayoría de las personas. El cuerpo está diseñado para adaptarse y utilizar primero la grasa almacenada antes de recurrir al músculo como fuente de energía.

Además, mecanismos como el aumento de la hormona del crecimiento y el uso de cuerpos cetónicos protegen la musculatura durante el ayuno. Solo en casos extremos de ayunos muy prolongados sin suficiente grasa corporal o una ingesta insuficiente de nutrientes en los períodos de alimentación, podría haber una pérdida muscular relevante.

Si te interesa experimentar con el ayuno prolongado, recuerda hacerlo de manera informada y, si tienes dudas, consulta con un profesional de la salud.

¿Has probado el ayuno prolongado? ¿Cuál ha sido tu experiencia con la preservación de músculo? ¡Déjanos tu comentario! 🚀