Cada vez se reconoce más la importancia del estrés y de las alteraciones o desequilibrios emocionales sobre salud en general, y no puede ser menos importante la repercusión sobre el sistema músculo-esquelético ya que es una de las vías principales de somatización.
Uno de los trabajos principales de nuestros fisioterapeutas que trabajan con la fisioterapia integrativa es identificar que problemas de espalda o de dolores músculo-esqueléticos pueden tener un origen visceral, y en función de que víscera u órgano se trate, vincularlo a una posible situación de estrés concreta o de alteración emocional peculiar.
Esta identificación del problema emocional es fundamental porque en muchas ocasiones solo con que el paciente sea consciente de que su posible dolencia muscular sea la consecuencia de un posible desequilibrio emocional , el problema disminuye. De alguna forma el paciente se conoce mejor y puede afrontar ese desequilibrio emocional o gestionar su estrés de una forma más eficaz .
En este sentido muchas veces llegamos a la conclusión de que muchas dolencias músculo-esqueléticas no son más que la expresión física de un desequilibrio emocional. Esta consciencia personal será el mejor aliado para un buen tratamiento de plantas medicinales, plan nutricional, y por supuesto ejercicio terapéutico y el tratamiento personalizado de terapia manual y osteopatía.